jueves, 29 de marzo de 2012

Aquí dejo un fragmento de 'El Cuervo' de Edgar Allan Poe, Enjoy it!

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!


miércoles, 14 de marzo de 2012

Feliz día de la poesía!! Os dejo uno de mis poemas favoritos de Pablo Neruda :)

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Poema XV Pablo Neruda

jueves, 8 de marzo de 2012

EL COLOQUIO DE LAS FLORES

Once upon a time,en un pequeño pero coqueto jardín, vivía una espledorosa rosa de un rojo intenso. Tal era su belleza, que era admirada por propios y extraños. Se había criado en un riconcito donde el sol apenas podía herirla con sus rayos. Y, para evitar accidentes de cualquier tipo, el dueño del jardín la cercó con la valla más bonita de toda la tienda.
Pasaba día tras día allí sola, aunque tenía todo lo que necesitaba, y siempre era mimada con esmero. Sin embargo, a pesar de tantas atenciones,se sentía sola y vacía. Desde su posición  privilegiada, podía observar como un grupo de margaritas vivían felices no a mucha distancia de ella. La hastiada rosa no comprendía el por qué de sus risas. Nadie se paraba a admirar a aquellas flores tan normales, además, las habían colocado al alcance de los más pequeños y día a día eran castigadas por los rayos del sol,por si fuera poco, los jóvenes se entretenían en deshojarlas cruelmente para encontrar la respuesta a encrucijadas sin sentido. Pero a pesar de acabar el día aplastadas o marchitas, cada mañana despertaban felices y radiantes, con la ilusión de comenzar un nuevo día.
Una tarde, un perro se coló en jardín, y después de escarbar durante un rato, se puso a revolcarse encima de las margaritas. Cuando finalmente el can decidió marcharse, las flores estaban aplastadas pero sin parar de reírse. Ante tal situación, la rosa decidió salir de su mutismo y preguntó: "¿Cómo podéis estar felices después de lo que os ha hecho ese animal? Todos os maltratan: el sol, los niños, los jóvenes,...y a pesar de eso no hacéis otra cosas que sonreir como ignorantes".
Las risas aumentaron de volumen, y finalmente una voz frágil pero firme respondió: "¿Nos llamas ignorantes a nosotras? La vida está llena de cosas buenas, pero para apreciarlas también hay que enfrentarse a las cosas malas, y ¡arriesgarse a sentir!. Es cierto que el sol nos hace sufrir, pero entonces la brisa fresca viene acariciarnos con sus tiernas manos, y la madrugada nos regala sus gotas de rocío para curarnos.Los niños nos quieren tanto que juegan con nosotras, y los enamorados depositan en nosotras sus esperanzas e ilusiones más secretas. Quizá a veces terminemos maltrechas, pero tenemos la fuerza necesaria para levantarnos porque queremos seguir disfrutando de lo bueno, olvidando todo daño. También es cierto que tú eres más bella que nosotras, pero en realidad estás subida en un trono solitario y no vives la vida, sólo logras sobrevivirla, y seguirás haciéndolo hasta que un día te posarán en un jarrón y allí te irás marchitando olvidada. Nosotras en cambio seguiremos sintiendo alegría, lloraremos de dolor, y cuando la muerte venga a por nosotras no nos importará porque podremos decir muy alto que HABREMOS VIVIDO!!  
     

miércoles, 7 de marzo de 2012

                                                      Annabel Lee

Hace de esto ya muchos, muchos años,
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco
               por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.

Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,
                 yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.

Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando
para siempre a mi hermosa Annabel Lee
Y parientes ilustres la llevaron
                    lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.

¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.

Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma
                   de la radiante Annabel Lee.

Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.

Edgar Allan Poe

domingo, 4 de marzo de 2012

Hoy me dí cuenta de la calma que ofrece un suspiro,
me fijé más en la inmensidad del cielo azul,
noté que el sol brilla más que ayer,
pude sentir su calor en contraste 
con la suave y fresca brisa del amanecer
que traía consigo el aroma de tierra mojada 
por el rocio de la noche.
Hoy me sentí aún viva, 
pensé que quizá todo eso estuvo allí ayer,
pero yo no salí a sentirlo.
Hoy sí, decidí vivir y 
empecé a mirar la belleza del mundo que me rodea
Y LA HALLÉ!

(Anónimo)

viernes, 2 de marzo de 2012

 Aquí os dejo otro poema que escribí hace mucho, y prometo que pronto habrá una historia nueva. Espero que os guste!!

Ya se va el día, el sol caprichoso oculta su luz,
Ya vuelven las sombras a mí
Como animales que acechan su presa.
Es otro día que está agonizando,
Que muere como mi corazón.
Los colores cálidos envuelven todo con su magnetismo,
¡Crueles malvas que jugáis en el techo del mundo!
Siendo admirados por corazones inocentes
Para después dejar sitio a la oscuridad,
Engañando a los sentidos de tus secretos admiradores
Como si de sueños se tratasen, dulces, tranquilos
Y que sólo preceden a la pesadilla del despertar.
Despertar sola otra vez, sin tu cuerpo junto al mío
Sin tus caricias, sin tu olor, sin tu mirada…
Sólo con el sabor de unos besos que no me has dado
Y las mismas preguntas que no hallan respuesta
¿Cuándo serás mío? ¿Por qué esta soledad?
¿Cuántas veces gritaré tu nombre y
Obtendré como respuesta el eco de la noche?
Pobres palabras arrastradas por
El viento del silencio, por la brisa del olvido
Y mientras mi corazón se desangra gota a gota
Cual nube desprendiéndose de fresca lluvia
Sólo desea que llegue pronto el amanecer de la vida,
Que la lejanía que nos separa desaparezca.
Esa lejanía que me hace sentirte lejos incluso cuando
Me rozas las manos sin querer, entonces mi corazón despierta
De su letargo con renovada fuerza.
Porque un gesto sencillo lo llena de una fugaz felicidad
Felicidad eterna y fugaz como un atardecer